Si me cuentan hace unos años que habría una pandemia mundial y tendríamos que quedarnos todos en casa sin poder salir, hubiera pensado que era una broma de mal gusto. Nunca me hubiera imaginado hacer una sesión de fotos en casa de una familia, y no por gusto, sino por necesidad.

Las fotos son de una familia increíble que desde que se casaron han ido confiando en mi estilo fotográfico en todos los momentos importantes de su vida. Esta vez, la espera de su hija aunque en medio del confinamiento.

No dude en proponerles de ir a su casa para hacer las fotos del embarazo, porque la verdad que estaba en casa sin poder hacer nada y solo pensaba en lo mal que me sabía que no pudieran tener las fotos del segundo embarazo, así que con mascarilla me presente en su casa teniendo en cuenta la luz y el espacio con fotos que me habían enviado vía WhatsApp, me mandaron la misma foto pero en distintas horas para poder escoger la mejor hora de la sesión.

La verdad que fue una experiencia que no olvidaré, era toda una incertidumbre, ya que era en las primeras fases, pero al ser freelancer teníamos permitido trabajar.
Espero que las imágenes os transporten a ese recuerdo de esos días en casa con la familia y recordéis con positivismo el confinamiento.