Otoño en Bruselas

Esta sesión de fotos en Bruselas fue muy especial para mí, ya que estuve viviendo en este país durante 10 meses y lo considero como mi segundo hogar.

Le quise hacer un reportaje fotográfico a mi amiga Isa durante el puente de Diciembre. Desde Terrassa ya le comenté que cogería la cámara, que buscara un sitio y un momento para escaparnos con su pareja.

Podréis pensar que Bélgica es un país donde llueve constantemente y el cielo esta lleno de nubes, y por lo tanto no es viable hacer fotos de pareja, pero quiero deciros que la luz en Bélgica es lo que menos me preocupaba, ya que la luz es ideal. Es una iluminación uniforme, por lo que no te genera sombras extrañas en la cara.

Lo que sí tienes que tener en cuenta es el lugar, que no sea un lugar muy abierto, ya que sino será una luz bastante aburrida, pero en este caso escogimos un parque con un camino entre los árboles, lo que se colaba la luz entre ellos y era mágico.

Días anteriores a la sesión, Isa estaba super emocionada de hacer las fotos y se lo comentó a su novio (pensando que a él le daría un poco igual) y el al final estaba más contento y nervioso que ella. Generalmente pensamos que a los chicos no les hace ilusión un reportaje de fotos, pero la verdad no es así. Ya que él dejó de ir a su partido de fútbol para poder hacer las fotos, imaginaros!

Muchas veces al principio del reportaje, las parejas o las familias estáis tímidos, sin saber qué hacer. Lo mejor? Fijarte en tu pareja, hacerle reír, mirarle a los ojos, pensar que es un momento para vosotros que luego recordaréis con mucho cariño. Yo ya tengo en cuenta que las primeras fotos “no servirán”, porque no estáis cómodos, por lo tanto no sois vosotros mismos, pero poco a poco os vais relajando y al final ni os molesta la cámara. Además siempre hay elementos que os pueden ayudar a distraeros de estar observando la cámara constantemente, en este caso había un montón de hojas para poder observar o jugar con ellas.

Como viajé hasta Bruselas no me llevé más que la cámara con una sola lente, la cual es un objetivo fijo que tiene un ángulo como el ojo humano, ideal para hacer fotografía social y retrato. En esta sesión no tenía zoom, por lo tanto eran mis pies quien se acercaban o alejaban. Como decía anteriormente, al principio estáis vergonzosos, no fue hasta al final del reportaje que me acerque para sacar un punto más íntimo y romántico.

Si os fijáis en el reportaje, de las primeras fotos a las últimas veis alguna diferencia en la actitud y la expresión de la pareja?